A veces las palabras son innecesarias, no hacen más que lastimar, a veces sobran tanto que se ahogan en tu boca y no saben a donde parar. A veces no sirve de nada hablar.
A veces no hacen falta ni palabras para hablar, ¿para qué? si hay abrazos que a gritos dicen " no quiero soltarte más" y miradas que agonizan "no me dejes de mirar " , a veces un gesto nos dice todo lo que necesitamos escuchar. A veces hacen falta más que palabras, se necesitan actos que acompañen esas palabras, al fin y al cabo, las palabras por si solas no significan nada hasta que uno le da un significado, y muchas de esas veces, lo que decimos no sale como queremos y nos sale mal.
Asi que hablemos sin hablar, gritame con un abrazo que no me queres soltar, y con tu mirada pedime que no te deje de mirar, hablemos sin hablar, para variar, dejémoslo asi, a veces asi funciona más.
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